Se iniciara el día con un partido de rebote, juego harmonioso cuya característica son intercambios muy aéreos y violentos y tajantes ataques. Esta manera de jugar a la pelota es la menos conocida pero probablemente la más vistosa sin dudo por ser la más próxima a sus raíces
Tradicionalmente suele comenzar el partido el domingo por la mañana, solo se interrumpe al mediodía para cantar el Ángelus. Este momento es de un gran recogimiento por ser un rezo. Después de esta plegaria cantada a las doce en punto, los pelotaris vuelven a jugar hasta a veces horas avanzadas de las tarde
Hacia las 16h empezara el partido de pelota mano donde van a enfrentarse los mejores especialistas del momento, por la mayoría oriundos de Hasparren. Aquí cabe señalar la gran importancia de Hasparren en los medios de la pelota vasca. Una oportunidad única para compartir la pasión por la pilota con los habitantes de Hasparren desde las gradas del frontón rebosantes de espectadores.